Si tienes un blog para compartir el evangelio y ayudar en la evangelización entonces tu público objetivo son las personas que no conocen a Cristo o que han tenido un contacto más o menos superficial, y uno de los mayores errores que puedes comenter en el blog es escribir como si te estuvieras dirigiendo a cristianos maduros, empleando el lenguaje y la terminología que emplearías en un estudio bíblico en la iglesia.

Los cristianos hemos inventado un lenguaje particular que solo es entendible, de una manera correcta, por otros cristianos. Así, términos con «sujección», «humillación» (ante Dios) o «pecado», significan cosas muy distintas para un cristiano que para alguien que no lo és.

De hecho, cuando en un artículo previo veíamos la importancia de tener en cuenta la multiculturalidad, debes pensar que este mismo problema puede surgir entre creyentes y no creyentes, utilizamos lenguajes y conceptos distintos, y somos nosotros los que nos tenemos que hacer entender.

Y es que si el objetivo de tu blog es evangelizar entonces debe mostrar a tus visitantes el mensaje de Dios de perdón, amor y esperanza a un mundo que anda muy necesitado de ello, y los contenidos deben estar diseñados para hacerlo de una manera clara y precisa, por ello debes escribir en la misma forma, y en el mismo lenguaje, en que habla el público al que te diriges.

Si las temáticas que tratas en tu blog están orientadas hacia personas jóvenes, entonces debes adoptar un lenguaje más informal (sin pasarte). Si tu blog está orientado a temáticas relativas a personas de más edad entonces puedes usar un lenguaje más formal, pero sin demostrar lejanía (profundizaremos sobre esto más adelante), si tu temática está orientada a personas que usan una jerga particular (médicos, arquitectos, etc.) y quieres dirigirte a ellos entonces deberías usar su propia jerga, pero asegúrate de conocerla bien y si tu blog no está orientado hacia el evangelismo sino hacia la enseñanza o la apologética entonces usa el lenguaje que esperarán tus lectores.

En cualquier caso, comprueba que te colocas al mismo nivel de léxico y expresivo que los lectores a los que dirijes los contenidos. Si llenas tu blog o web con artículos del tipo «las implicaciones escatológicas de la interpretación premilenial de la apertura del quinto sello en un contexto postmoderno» puede que consigas que te llamen para dar alguna ponencia en un congreso, pero dificilmente nadie te llamará para decirte que has iluminado su vida con el evangelio.

Piensa que tus lectores no cristianos ya andan bastante perdidos en sus vidas como para que les enreden aún más, y si quieres que tras visitar tu blog no se les quede la misma cara que al gato de la foto muestra un mensaje claro, directo y sin complicaciones. El objetivo no es que se conviertan con el blog, sino despertar interés, mostrarles que hay una vida plena en Cristo, animarles a buscar más y a localizar alguna congregación en la que integrarse.

Te animo a que dejes tus dudas y aportaciones en los comentarios y si consideras que estos contenidos pueden ser de interés te agradecería que los compartieras en tu redes sociales.

 


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