Lo sé, todos tenemos presupuestos muy ajustados y en internet podemos encontrar multitud de sitios donde poder alojar nuestras webs de forma gratuita. Si quieres crear una web a título personal esta puede ser una opción válida, pero si estamos hablando de crear una web «oficial» entonces mi recomendación es que utilices uno de los muchos proveedores de pago que hay en internet. Veamos por qué.

Alojamiento gratuito

Ventajas

 Gratuidad

La única ventaja que vas a encontrar al utilizar un alojamiento gratuito es esa, que es gratis (en principio).

Desventajas

Publicidad ajena

Hay un dicho muy difundido en Internet que dice que cuando algo es gratis es que el producto eres tú. Esto quiere decir que te están dando algo pero porque esperan algo de ti. En unos casos es tu dirección de correo electrónico para enviarte publicidad y en otros casos es el tráfico que va a recibir tu sitio web y que aprovecharán poniendo publicidad de sus anunciantes.

Los sitios de alojamiento gratuito normalmente aprovechan esta última opción. En unos casos se trata de autopromoción del servicio, pero en otros casos será publicidad general que no ayudará a tu página y puede provocar que los visitantes se distraigan y se marchen.

Dirección como subdominio

El siguiente problema que te vas a encontrar es que, en la inmensa mayoría de los casos, la dirección de tu iglesia será del tipo «http://www.mi-iglesia.mi-proveedor.com». Lo que esto va a provocar es que te encuentres «atado de por vida» con dicho proveedor, porque si cambias a otro proveedor gratuito, o te cambias a un dominio propio del tipo «http://mi-iglesia.org», perderás todos los enlaces que tus seguidores tengan y todos los enlaces que Google pueda tener registrados.

No dispones de correo oficial

Otro tipo de limitación de estas cuentas gratuitas es que no te permiten disponer de cuentas de correo propias de tu iglesia del tipo «pastor@mi-iglesia.org o secretaria@mi-iglesia.org». Puede parecer una tontería, pero tienes la doble ventaja de dar una imagen mucho más profesional cuando te relacionas con otras instituciones eclesiásticas o sociales y tienes la ventaja de que el correo no tiene por qué cambiar la dirección aunque cambie la persona que realiza la función. Basta con cambiar la contraseña de acceso y listo.

Además puedes crear redireccionamientos internos de modo que un correo que llegue a una cuenta que no va poder ser atendida por viaje o enfermedad pueda ser enviada a otra para su atención.

Diseños limitados

Algo que se suele vender como ventaja, pero que en realidad es una limitación, es que te ofrecen «maravillosos» diseños web listos para su uso. Esto puede ser útil para empezar, pero el problema es que muchos de estos servicios no te permiten instalar nada que sea ajeno a sus servicios y, si te cambias de proveedor no te puedes llevar el diseño contigo, por lo que tienes que empezar de cero y con herramientas distintas.

Pérdida de control

Otro aspecto importante es que las cuentas gratuitas suelen tener una serie importante de limitaciones en cuanto a derechos, por ejemplo que te pueden cortar el servicio cuando lo estimen conveniente y no podrás hacer nada para evitarlo, por lo que perderás buena parte de todo lo ganado en cuanto a visibilidad, trabajo, diseño y seguidores.

 

 Alojamiento de pago

Desventajas

Es de pago

La única pega que te vas a encontrar es que tienes que pagar por alojar tu web, aunque tienes servicios muy económicos (de cierta calidad a partir de 5 € al mes y con un nombre de dominio incluido)

Ventajas

En este punto puedes invertir todo lo dicho como desventajas en el hosting gratuito

Publicidad. Nadie te va a obligar a poner publicidad en tu sitio web o, si lo quieres hacer, podrás publicitar aquellos servicios o eventos que coincidan con los valores y visión de tu iglesia.

Dirección propia. La dirección de tu web será del tipo «http://mi-iglesia.org» (siempre que «mi-iglesia» esté libre, el «.org» es orientativo), y si un día te quieres cambiar de proveedor te puedes llevar tu dirección. Nadie notará la diferencia, Google seguirá indexándote exactamente igual que antes y todos los enlaces que apunten a tu web seguirán siendo válidos. Incluso aunque cambiases la estructura y nombres de página de tu web existen soluciones para que los enlaces antiguos no se pierdan.

Correo oficial. Ahora sí dispondrás de direcciones de correo propias para tu organización o iglesia con lo que será más fácil que la gente que reciba un correo desde estas cuentas lo identifique con más garantía. Además puedes crear redireccionamientos internos de modo que un correo que llegue a una cuenta que no va poder ser atendida por viaje o enfermedad pueda ser enviada a otra para su atención.

Diseños ilimitados. Vale, no tienes ningún diseño predefinido y vas a necesitar de alguien que te apoye en este área (o instalar WordPress y uno de los miles de temas que existen para él), pero la ventaja es que puedes hacer un diseño totalmente personalizado y que se irá contigo si cambias de proveedor.

Control total. Tú decides qué instalas y qué dejas de instalar en tu web, colores, contenidos etc. Y si tu proveedor te falla solo tienes que decirle adiós e irte a otro que te ofrezca más confianza.

Concluyendo

En el caso de tratarse de una web o blog personal la opción de utilizar un proveedor gratuito es una opción perfectamente válida, pero si quieres crear una web oficial para tu iglesia y que sea el escaparte de la misma ante la sociedad, la congregación y el resto de la iglesia, mi recomendación personal es que te decantes por un alojamiento de pago en un buen proveedor.

Si tienes dudas puedes hacérmelas llegar a través de los comentarios.

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Imagen de cabecera por Brent Hensarling en Flickr (CC)

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