Cuando me solicitan crear una web para un iglesia es normal que me pidan que dé repuesta en la web a las famosas 4 preguntas: quién, que, cuando y dónde.
Es decir, y es normal, dar respuesta a cualquiera que esté buscando una iglesia y que se encuentre con nuestra web.
Así, llenamos las páginas con la presentación, un listado de actividades, a quién te puedes dirigir si necesitas algo, horarios de cultos, un mapa con la ubicación, las creencias, etc.
Es evidente que esto debe estar en cualquier web de iglesia, ahora bien, ¿te has planteado que muchas de las personas que están necesitando a Dios en sus vidas lo último que se les pasaría por la mente es buscar una iglesia?
Y lo curioso del caso es que si buscas no vas a encontrar ni una sola respuesta desde un blog o web de iglesia, sino de blogs de psicología o de charlatanes.
Por eso, al plantear los contenidos de tu web o blog de iglesia debes tener también en cuenta este tipo de preguntas, y en particular las preguntas que se hace la gente de tu lugar.
Porque el objetivo es el de poder ser encontrados por personas que están buscando una respuesta a una necesidad física o emocional, y que no sabiendo qué más hacer y recurren a «San Google» como última opción.
Por eso es esencial estar allí dónde ellos están y responder a las preguntas que ellos están haciendo.
¿Y cómo puedes saber qué tipo de preguntas se está haciendo? Pues muy fácil: preguntando.
Tienes muchas fuentes: amigos, conocidos, compañeros de trabajo, vecinos, contactos de la iglesia, informes demográficos de entidades públicas o privadas, personas anónimas a las que se puede encuestar por la calle… Las posibilidades son tantas como imaginación tengas.
Una vez tengas la lista de cuestiones que preocupan a las personas de tu entorno agrupadas por temáticas puedes empezar a prepara un plan editorial en el que contemples artículos en los que dar una respuesta bíblica y cristiana a dichas preocupaciones.
Eso sí, no pretendas hacer un «macro artículo» en los que dar respuesta a todos los problemas, porque no estarás respondiendo a nadie.
En vez de eso ve cuestión por cuestión de las recogidas y trata cada una por separado.
Y piensa que cada tema lo puedes tratar desde muchos puntos de vista. Por ejemplo, la actitud ante un embarazo no deseado lo puedes tratar pensando en una madre soltera, o en una pareja, o en el padre, o desde el punto de vista de los progenitores (me he quedado embarazada), o desde el punto de vista de los futuros abuelos (mi hija se ha quedado embarazada), desde un punto de vista médico, social, etc.
Pero lo importante es que cada uno de esos enfoques los trates por separado, porque cada uno de los «actores» del problema tiene necesidades distintas.
El objetivo es que las personas que tienen una necesidad en sus vidas y no saben dónde buscar puedan encontrar una respuesta de esperanza en la voz de la iglesia.
E Isaías dice resueltamente: Fui hallado de los que no me buscaban; Me manifesté a los que no preguntaban por mí. (Romanos 10:20 RV60)
Imágenes por Ali Moradi y por CitySkylineSouvenir en Flickr (CC)