Los movimientos radicalizados exprimen Internet para multiplicar sus adeptos

Nuevamente el terror nos golpea. Y nuevamente el perfil del terrorista vuelve a ser el mismo: joven, nacido en Europa, con falta de adaptación y radicalizado, inicialmente, a través de Internet.

Asimismo, dos personas han sido detenidas en Madrid acusados de apología del terrorismo, de usar Internet para captar adeptos y de crear webs para formarles en técnicas de lucha y explosivos.

Y es que los terroristas han encontrado una fuente inagotable de candidatos en la Red.

De hecho, están trabajando de forma estratégica en las diferentes redes sociales y no han dudado en invertir recursos humanos y económicos para ello.

Según los expertos, actualmente el 80% de las captaciones se producen en Internet.

Porque Internet les ofrece un canal extraordinario para localizar y alcanzar a personas desengañadas, que no encuentran sentido a sus vidas o que se sienten despreciadas y marginadas.

Saben que, aunque nos parezca increíble, muchas personas que se sienten así intentan encontrar respuestas en Internet. Solo tienen que subir sus contenidos y sentarse a esperar.

Y lo cierto es que se lo estamos poniendo fácil.

Ya comenté en otra ocasión que había 12.000 búsquedas anuales en Google, solo en España, con la pregunta “¿Qué hago con mi vida?”, y apenas hay algún artículo escrito por una iglesia entre los primeros 100 resultados, y sí muchos de falsos maestros.

Y lo mismo ocurre con preguntas del tipo “cómo afrontar la muerte”, “cómo afrontar la soledad”, “dónde encontrar paz” y otras parecidas.

No estoy diciendo que no haya bastantes congregaciones o ministerios que no esté haciendo algo, o que no haya más personas concienciadas y motivadas por esta cuestión.

Estoy diciendo que no se nos ve y que, por lo tanto, no estamos llegando a las personas que tienen necesidad.

El problema es que no estamos usando Internet de forma estratégica para presentar el mensaje del Evangelio, especialmente en el mundo evangélico.

Y me preocupa.

Y no porque crea que Internet sea la herramienta definitiva para evangelizar, que no lo es, pero sí porque Internet es un canal excepcional para entrar en contacto con personas que están buscando algún tipo de respuestas para sus vidas. Y, al parecer, esto no nos importa, o no como debería.

Motivos hay muchos, como el desconocimiento del medio, la posible carga de trabajo o la sensación de que en Internet se “trabaja para otros y en otros lugares” (parece que no nos gusta sembrar para que sieguen otros). En todo caso objeciones sin base, porque hay fácil solución, al menos para las dos primeras.

Sin embargo, los grupos terroristas sí han entendido este valor y lo están usando para sembrar muerte.

Por nuestra parte  y hasta donde yo tengo noticia, como evangélicos españoles no hemos realizado ningún tipo de evento nacional para debatir cómo esta realidad de Internet está cambiando la vida de las personas, cómo puede ser usada la web para apoyar las tareas evangelísticas o cómo crear estrategias individuales o conjuntas de evangelización en Internet.

Ni tampoco se realizan, de forma habitual, talleres de formación para enseñar a las iglesias a usar los medios digitales de una manera adecuada, como sí hace la Iglesia Católica y con gran profesionalidad.

Como profesional del medio me encuentro a muchas personas que piensan que cualquiera que tenga un perfil en redes sociales puede gestionar una web o crear una estrategia con facilidad, pero esto es como pensar que cualquier conductor, por el mero hecho de serlo, puede correr una carrera de fórmula 1 en Montecarlo sin acabar contra un muro o provocando un accidente.

Y veo a bastantes trabajar de esa manera, y he visto muchos “accidentes”.

Desde estas líneas quiero hacer un llamamiento para que tomemos conciencia de que estamos en un momento crítico.

Dios ha puesto en nuestras manos Internet, una herramienta sin precedentes en el campo de la comunicación, tanto a la hora de acceder a contenidos como a la hora de generarlos y hacerlos llegar a las personas.

Solo la vida puede derrotar a la muerte, y solo preparándonos y tomando parte activa y seria en la Red podremos abrir nuevos caminos para que otros encuentren a Cristo.

 

¿O vas a dejar Internet en manos de los sembradores de muerte?

Si quieres saber más sobre cómo utilizar Internet para expandir el Evangelio no dudes en ponerte en contacto conmigo.

También tienes a tu disposición el libro «Evangelizar en Internet«, una guía completa con los pasos a dar para realizar un trabajo efectivo y del que puedes encontrar más información haciendo clic aquí.

Imagen de portada por Matt en Flickr (CC)

 

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